¿Cuán relevante es la música que escuchamos a diario? ¿Acaso la música popular que suena en la radio nos hace reflexionar sobre algo? La mayoría de las personas inconscientemente están acostumbradas a la música como un medio de entretenimiento, no de aprendizaje o reflexión. Y está bien, es normal debido a la popularidad de la música comercial con la cual diariamente nos bombardean los medios de comunicación. Sin embargo, la música no es solo entretenimiento, es arte. A través de esta se expresan artistas de todo tipo, desde quienes ven la industria de la música únicamente como un negocio, hasta los que son capaces de despertar una ilusión, hacernos reflexionar y apreciar la simpleza de la vida y hasta inspirarnos a hacer un artículo sobre dichas piezas musicales. Como lo es Rafael Lechowski, un músico, escritor y editor de origen polaco, y nada más y nada menos que el compositor de El Viejo y el Pajarillo. Una canción que sumó a su nuevo disco El Canto del Amor a la Vida, el cual les recomiendo que escuchen seguido al terminar este escrito, incluyendo obviamente a la obra El Viejo y el Pajarillo, de la cual les proveeré el link al final de este artículo. El Viejo y el Pajarillo, no solo es mi canción favorita del disco, sino que también es una de las preferidas de Lechowski, quien lo confesó en una entrevista para el canal de YouTube “Detodoy rap”.
https://www.youtube.com/watch?v=RwVgoNAJMlQ
Luego de que le preguntara el porqué de su elección Lechowski dijo lo siguiente: “Por la sensibilidad, porque siempre añoré hacer una canción casi para niños y la sencillez es lo más complicado de todo. La búsqueda de algo lejos cuando lo tienes ahí mismo es un poco la moraleja y eso es, una canción especial, distinta.” Ahora bien, ¿de qué trata esta obra y que la hace tan especial? Como se hace referencia en el título, la canción narra la historia sobre un viejo solitario en medio de un bosque, y un pajarillo que le brinda una lección invaluable. Aquel viejo buscaba el amor, se cuestionaba sobre la veracidad de la misma palabra, pues lo buscaba y lo buscaba pero no lo encontraba. Su búsqueda no cansaba, tanto en la mañana como de madrugada, no era más que el amor su única añoranza. Hasta que una tarde, contempló a un pequeño pajarillo al caer de una rama, dedicándole a este todo su tiempo hasta que el mismo creció. Durante todo ese tiempo el pajarillo fue muy feliz. No obstante, el viejo permanecía triste pues su búsqueda tras el amor hasta ese momento le parecía en vano. No veía, no sentía, tan lejos lo buscaba y tan cerca le tenía. Hasta que un día, en la madurez de las alas del pajarillo se vio reflejada su semejanza a los demás, pues ya era adulto aquel pequeño pajarillo que un día necesitó tantos cuidados. En consecuencia, el viejo despertó una mañana y se percató de la ausencia de su pajarillo. Entre su llanto se cuestionaba si aquel pajarillo se había unido a su bandada, hasta se preguntó a si mismo si era posible que hubiese encontrado el amor que él tanto buscaba. La soledad, el hambre, su pena y silencio, condujeron a aquel viejo a su lecho de muerte. Agonizando y al abrir sus ojos, vio innumerables frutos silvestres esparcidos por su cuerpo. Descrito por Lechowski, como un Edén en su pecho. Por ello, el viejo se levantó y al darse cuenta que había sido el pajarillo pudo comprender todo aquello que no había sido capaz de ver. Perdido en su búsqueda, siquiera fue capaz de escuchar el canto de aquel pajarillo en la mañana. Siempre estuvo allí, en todo momento lo acompañaba. Por lo cual el autor concluye, “El amor estaba en mí y yo fuera de mi mismo. Y así es como por fin el viejo logro comprender, que al igual que el pajarillo el amor nunca se fue.” He ahí el final de esta historia, plasmada en una simple melodía que acompaña un coro de voces para cerrar con broche de oro esta maravillosa obra de Rafael Lechowski.
Si bien he contestado a la pregunta, aún falta una cosa más. Ya que tanto para mí, como para Lechowski es una obra especial. Más allá de mis gustos musicales o preferencias, realmente pude reflexionar con esta obra, su simpleza y mensaje tan breve y directo me cautivaron. Hay tantas cosas que busco en personas, objetos, lugares, etcétera… Que solo dependen de mí; que están en mí. No me cabe la menor duda de que a muchos les pasa igual. Tanto amor que tienen para dar, y solo buscan recibirlo para entonces ofrecer un poco. Tanta felicidad que buscamos en los placeres mundanales y todo para quedar vacíos por dentro. Pues he ahí en el interior donde se aloja la verdadera felicidad, somos los únicos capaces de hacernos felices y nos creemos tan incapaces de ello. Esperamos recibir un regalo material, un mensaje de alguien, una cantidad estimada de dinero, y a todo eso le ponemos el sello de la felicidad. Hasta que no tenga esto, no seré feliz. Hasta que no tenga lo otro no agradeceré. Hasta que no encuentre el amor, no existe para mí. Pero olvidamos un detalle, y es que somos la felicidad, somos el amor, somos la abundancia y somos un motivo más para agradecer. Solo que esperamos encontrarlo todo afuera, para ver nuestro interior reflejado en ello y sentir de una vez. El viejo se desbordaba de amor por su pajarillo, pero nunca lo supo por andar buscándolo. Esperaba quizá mucho más, pero era tan simple como escuchar el canto de su amado pajarillo en la mañana, para ser feliz, para encontrar su tesoro y descubrir todo el amor que llevaba en su interior; el único lugar donde nunca buscó. Lo simple, lo más pequeño es lo que muchas veces no vemos porque no enfocamos nuestra atención en ello. Pero una vez tengamos nuestras manos llenas, faltará solo una cosa y nada será suficiente sin ese detalle. Nada será suficiente sin ese amor que abunda en nosotros, sin la inocencia de un niño pequeño, esa que dejamos tirada en el camino. Sin las pequeñas cosas que tenemos a nuestra disposición en solo un viaje de ida hacia nuestro interior, sin esa voz que nunca nos suelta y nos motiva a ser mejor… Sin ese pajarillo que le enseñó al viejo donde estaba el amor, sin esos detalles no hay vida y sin vida no hay amor.
Aun así, esa es simplemente mi humilde opinión. Por ende me he dado a la tarea de realizarle una pequeña entrevista al autor. Sí, a Rafael Lechowski. Es todo un honor poder compartirles las respuestas de este maravilloso artista…
Poco más allá de la simpleza a través de un viejo y un pajarillo
Entrevista a Rafael Lechowski; por Alyah Yainis
-¿Quién es RAFAEL LECHOWSKI?
-Un asombrado.
-¿Qué le inspiró a escribir el tema?
-El deseo de reducir la belleza a palabras sencillas, para intentar cantarle una canción de amor al viejo y al niño al mismo tiempo.
-¿Qué son las simples cosas de la vida que más disfruta? ¿Por qué? -Celebrar cada día con mis cercanos, con mi mujer, con mis amigos. La contemplación de la vida me reconforta profundamente. Quedarme quieto y admirar el movimiento de todo. Doy gracias por haber llegado a esta etapa vitalista, quisiera quedarme así todo el tiempo, que ninguna vicisitud me desvíe de aquí.
-¿Libros favoritos? ¿Alguno de esos libros formó parte de su inspiración al escribir EL VIEJO Y EL PAJARILLO?
-Una influencia notable que me viene a la mente de inmediato es ‘Platero y yo’, de Juan Ramón Jiménez.
-¿Se identifica con EL VIEJO?, ¿Por qué?
-Fui una vez ese viejo. Creo que todos lo hemos sido en algún momento: buscando lejos lo que ya teníamos delante, y en ocasiones más cerca todavía: dentro de nosotros.
-¿Como autor/escritor, qué es lo más que valora de si mismo?
-La sensibilidad que heredé de mi madre, a la que se le humedecían los ojos de emoción partiendo con sus hijos un pan, un día cualquiera.
-Para concluir, apreciaría muchísimo si me recomendase algún libro que como joven escritora cree usted que deba leer. Y por supuesto, para todos los jóvenes lectores y escritores. -Siempre recomiendo a los jóvenes leer mucho, todo tipo de géneros; leer todo lo posible, empezando por los clásicos para terminar en los más contemporáneos, para así darse cuenta con el tiempo de que la sabiduría propia no se alcanza a través de los libros ni de la inteligencia. Pero es un escalón que no puede uno saltarse, hay que leer para dejar de leer, y así poder leer un día con mayor asombro el maravilloso libro de la vida.
En conclusión he aquí un fragmento de todas las experiencias vividas, cada libro, cada enseñanza a través de la adversidad y por supuesto, de sabiduría por parte del maravilloso artista, Rafael Lechowski.
INSTAGRAM: RLECHOWSKIOFICIAL
EL VIEJO Y EL PAJARILLO:
https://www.youtube.com/watch?v=CtqtoUfi6U0
EL CANTO DEL AMOR A LA VIDA:
https://www.youtube.com/watch?v=L4gdBCcumtw&list=PLTbWpobaXq0pju6DQjtApq0YlJzL_oNov
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Excelente!
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Mil gracias!🦋
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