Cada año normalmente ocurren diversos fenómenos atmosféricos los cuales para muchos no son nada nuevo o sorprendente, como lo es el Polvo del Sahara, el cual todos los años durante el verano y temprano en el otoño recorre todo el Océano Atlántico Norte. Sin embargo, como lo ha hecho desde el principio, este 2020 nos ha sorprendido de nuevo a través de este fenómeno natural. Ya que la gran cantidad de polvo que actualmente ha llegado a Puerto Rico, México y el Sur de los Estados Unidos entre otros países ha sido histórica, pues no se había visto algo similar en 50 años. La gran cantidad de polvo, su alcance y densidad ha provocado que muchos se alarmen por ello. Y con un poco de razón, ya que este polvo puede llegar a ser muy insalubre para el ser humano en grandes cantidades, si se expone de manera prolongada y sin las debidas precauciones puede causar problemas de salud tales como alergias y crisis asmáticas debido al alto contenido de bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio, pesticidas, entre otros, que presenta el polvo. Por otra parte, no todo es negativo con respecto al Polvo del Sahara. Por ende, no hay porque alarmarse ante la situación. La mayoría de sus componentes son esenciales para la flora y fauna del planeta, y a su vez para evitar catástrofes naturales a largo plazo. Por tal razón en este artículo te hablaré sobre el impacto positivo que tiene el Polvo del Sahara en el medioambiente. Cabe destacar que el hecho de que este sea necesario y favorecedor para el medioambiente, no deja de ser perjudicial para el ser humano. Así que es muy importante protegernos y cuidar ante todo nuestra salud.
Ahora bien, para entender la importancia de este fenómeno se deben enfatizar dos puntos claves que directamente se relacionan con el Polvo del Sahara y sus efectos. Estos son: la deforestación y el cambio climático. Dos temas que diariamente están presentes e influyen en los fenómenos atmosféricos de nuestro planeta, al igual que se ven afectados por ellos o las propias acciones del ser humano. La deforestación por ejemplo, es causada por la tala de árboles y las quemas que realizan los humanos. Muchos de los incendios son por causas naturales. No obstante, el calentamiento global es pieza clave para ello. Ahí es donde se nos adjudica tal responsabilidad a los seres humanos para contribuir a su detención.
La reforestación por el contrario es de suma importancia para nuestro medioambiente, ya que los bosques son una reserva de carbón, proveen oxígeno y agua por lo cual disminuyen los efectos de las sequías y en consecuencia regulan el clima. En cuanto a una de las reservas de carbono más grandes del mundo como lo es El Amazonas, situado en Perú y conformando el 61% de ese territorio, es primordial promover la preservación de dicho bosque ya que es fundamental para combatir y detener el calentamiento global, para así combatir el cambio climático. Lamentablemente muchas corporaciones no le dan mucha importancia al asunto, deforestando cantidades enormes de árboles tanto en el Amazonas como alrededor del mundo.
Ya teniendo claro la importancia de los bosques y su preservación, entonces podemos pasar a comprender mejor el rol de suma importancia que el Polvo del Sahara realiza anualmente. Comenzando por una de sus funciones más importantes, y es que actúa como barrera protectora de los rayos solares. Ya que el polvo mineral suspendido en el aire absorbe la luz solar, ayudando a regular las altas temperaturas que trae consigo la temporada veraniega. Pero eso no es todo, cada año millones de toneladas de polvo sahariano rico en nutrientes cruza en Océano Atlántico llevando fósforo y otros fertilizantes vitales a los exhaustos suelos amazónicos, los cuales requieren de estos nutrientes para su supervivencia. Lo cual convierte a este fenómeno natural, en un suceso crucial para la preservación tanto de la Amazonía como de otros bosques. Pues durante el año pierden muchos de ellos debido a lluvias frecuentes en dichas zonas. Como si fuera poco, no solo las tierras se nutren y benefician del Polvo del Sahara, sino también los mares; puesto que nutrientes como el fósforo y el nitrógeno son consumidos por el fitoplacton y otros organismos que forman parte de la cadena alimenticia de las especies marinas. Así como el fosfato y el hierro que caen al mar, que son abono para las algas marinas.
Por tal razón hemos de admirar la perfección que abarca cada proceso natural, ya que todos y cada uno de ellos cumple su propia función dentro del ciclo natural de la vida. Dentro de nuestras posibilidades, siempre es bueno educarnos al respecto y no conformarnos con solo un tipo de información. Por el contrario, indagar al respecto como me he dado a la tarea en esta ocasión. Ya que siempre es bueno destacar lo positivo tras algún acontecimiento que no sea de nuestro agrado o para nuestro beneficio. Sobretodo cuando están fuera de nuestras manos como este preciado fenómeno natural, tan importante para nuestro planeta; El Polvo del Sahara.
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