En la actualidad, cada uno de nosotros se ha visto afectado por un sinnúmero de cambios muy significativos. Hace tan solo unas pocas semanas, solo se hablaba del coronavirus. El cual aún a muchos mantiene en confinamiento. Sin embargo, un tema mucho más antiguo a resurgido, y la lucha en contra del racismo hacia los Afroamericanos ha cobrado vida y más fuerte que nunca, ya que se ha hecho sentir en todo el mundo. La indignación por la muerte de George Floyd ha desatado manifestaciones tanto en las calles de Estados Unidos, como en las redes sociales. A lo cual personas hispanas se han unido para levantar su voz de igual forma, debido al trato que reciben en su mayoría por parte del muchos estadounidenses diariamente.
No obstante, en medio de todo lo que ha acontecido y la solidaridad que la gran mayoría ha demostrado en defensa a esta causa, me atrevería a apostar a que son muy pocos los han reflexionado internamente. Ya que por más que deseemos cambiar el mundo que nos rodea en un chasquido, no podemos hacerlo. Por ende, debemos enfocarnos en primer lugar, en lo que sí podemos modificar a/en nosotros mismos.Todo el esfuerzo que realizemos constantemente en nosotros para ser mejores personas, se verán reflejados al llegar a cualquier lugar, seremos el ejemplo a seguir, una vez nos amemos. Ya que estaremos agradecidos, contentos y orgullosos de nuestros logros, de nuestra piel, nuestro cabello lucirá radiante y de seguro que la sonrisa de nuestro rostro será un motivo de alegría en alguien más. Al profundizar en nosotros, y una vez nos valoremos tal y como somos, comprenderemos con exactitud el valor de las otras personas y sabremos tratarlas como merecen.
Quizá estemos totalmente en contra del racismo y de las injusticias en general. Pero, ¿cómo nos tratamos a nosotros mismos? Si llevaran la cuenta de cuántas veces han deseado ser alguien más por su cuerpo, color de piel, cabello y hasta familia, ¿acaso no sería más de una vez? Ahora bien, ¿existe algún otro “mundo” que podamos cambiar para con el bien de nuestro exterior? Pues sí, nuestro mundo interno. El universo que abarca todo nuestro interior, cual vemos día a día reflejado a nuestro alrededor. Ya sea en personas, animales, lugares y hasta el propio medio ambiente que nos rodea. Ya que todo emana tanto de afuera hacia dentro, como de adentro hacia fuera. Por ende, ¿que creen que es lo más adecuado para transmitir? La fuerza, seguridad, pasión, amor y absolutamente todas y cada una de las cualidades positivas que existen son necesarias para ejercer un cambio. Comenzar desde adentro, con el pie derecho y con determinación, aceptando, analizando y agradeciendo cada emoción, recuerdo e incluso incógnitas que hemos de resolver sobre nosotros mismos.
¡AGRADECER ES ESENCIAL!
He ahí el verdadero cambio, la verdadera sabiduría, pues una vez hallemos y conozcamos tanto nuestra luz interior, como aquella que no ha conseguido brillar aún, podremos transmitir toda esa transparencia que nos hará sentir incluso más livianos emocionalmente, agradecidos por lo que somos y con muchos otros aspectos que la vida nos concede. El mundo suplica que retumbe la verdad en nuestros oídos, la verdad que solo nosotros mismos somos capaces de encontrar. Pero si aún estamos estancados en la superficialidad mundana, si no vamos más allá de un color de piel, entonces no estamos listos aún para disfrutar de la grandeza de lo que somos en su totalidad colectivamente. Excepto quienes se cuestionan día a día, pues quieren un cambio verdadero. Esos que estan dispuestos a apagar la televisión, para observar la naturaleza. Esos que aunque a veces se distraigan, son capaces de ponerse un alto y decir ¡hoy no he leído!, ¡no he reflexionado!, ¡debo agradece!
Cada cuál traspasa el camino que lo conducirá a tomar una decisión que cambie su vida, de forma diferente. Unos sufren de una forma y otros requieren mucha presión, hasta tener que decir ¡basta ya! Con esto no me refiero a que yo ya cumplí y llegué a mi meta, no hablo de ser la más que se conoce a si misma. Porque no es así, a penas me estoy empezando a cuestionar cosas. Pero si de algo estoy completamente segura, es de que mi felicidad no depende de otra persona que no sea yo misma. Y con esa felicidad, puedo alegrar e inspirar a otros. Lo mismo con el respeto, el amor, el buen trato y la aceptación que primero comienzan por mi y por tí. Siendo la inspiración de otros, que se encaminarán en el transcurso de su vida e implantaran un cambio inevitable a causa de sus actos. Detengamos el racismo, promovamos el respeto aprendiendo a respetarnos. Amémonos, y viviremos en amor. Reflexionemos diariamente y demos gracias por lo que tenemos y somos. Entonces llegará el cambio y muy pronto entenderá el mundo de una ves ¡QUE CADA VIDA CUENTA!
-🦋
Muy buen artículo me gusto mucho.
LikeLiked by 1 person
Muchísimas gracias!
LikeLike